Algunos Conceptos Claves de la Prospectiva
Según el autor, los actores pueden actuar en forma preactiva o proactiva, donde la acción determina el futuro. Asegura que el futuro no lo construye el hombre individual, sino el hombre colectivo. Menciona que la sincronía se refiere a la percepción del fenómeno en un momento del tiempo y la diacronía a la apreciación del mismo durante su evolución. Describe que en la evolución de los Enfoques de Prospectiva prevalecen tres etapas, que manifiestan un momento histórico completo.
SER PREACTIVO O PROACTIVO
Analizando las diferentes corrientes, encontramos que la corriente determinista supone el conocimiento de las tendencias, de igual forma que la escuela voluntarista evidencia la importancia de diseñar y edificar el futuro. En el primer caso se asume una actitud pasiva, mientras que en el segundo la persona es activa: toma decisiones y corre riesgos.
Godet introduce la siguiente tipología para precisar la actitud humana frente al porvenir.
• La del avestruz: ignora el cambio. Evita plantearse problemas y prefiere esquivarlos.
• La reactiva: soluciona o encara situaciones conflictivas cuando se presentan. Su imagen símbolo es el bombero que corre a apagar el fuego cuando éste se desencadena.
Un análisis más detallado de estos aspectos permite identificar las siguientes actitudes:
• La preactiva: prepara el cambio del futuro. Un buen ejemplo es el jugador de futbol que conociendo el juego de los contendientes se sitúa en los mejores sitios para realizar desde allí las jugadas oportunas. Ser preactivo supone conocer las tendencias y hechos conducentes al futuro y anticiparse a ellos.
• La proactiva. Está fundamentada en la construcción del futuro. Continuando con el ejemplo del jugador de futbol, es aquel jugador imaginativo que diseña cambios creativos en el juego y desconcierta al contendiente. Ser proactivo significa analizar las posibles opciones de futuro, no esperar que las cosas ocurran, sino escoger la iniciativa más conveniente y comenzar a elaborarla.
Consideramos que la genuina posición prospectiva está en la actitud proactiva, pues la probabilidad de que algo ocurra es directamente proporcional a la actividad que se despliegue para que así sea. Es dable destacar que es oportuno conocer la fuerza y la dimensión de las tendencias, pues el futuro se juega en el presente pero sin olvidar el impacto de la retrospectiva que es la herencia del pasado. Para potenciar lo anterior, Inzunza (2004) esquematiza en la siguiente figura, las actitudes que suelen adoptarse hacia el presente, pasado y futuro de una organización.
LA ACCIÓN DETERMINA EL FUTURO
Al definir tendencias y líneas de fuerza puede surgir la impresión de encontrarnos con personas autosuficientes; y cuando se hace referencia al diseño y construcción de futuro, no se dan a conocer los individuos que llevan adelante las acciones de diseñar y construirlo.
Recordemos que para Aristóteles, la causalidad tiene cuatro géneros: Eficiente, Material, Final y Formal. El autor de la obra es la causa eficiente. La material, de lo que está hecha. La final, el propósito que se persigue con ella. La pertenencia a un género y a una especie es la formal.
Hemos enfatizado la causalidad formal y final de los fenómenos, pues las tendencias son una forma de presentación de los hechos y el futuro se destaca como la finalidad de la acción del presente. Pero ha estado ausente la causa eficiente, sin la cual todo el discurso prospectivo carecería de sentido.
Damos así una mayor consistencia a la corriente voluntarista frente a la determinista, porque prever el futuro es interpretar cuál va a ser la actuación de los hombres, mientras que construirlo es facilitar el desempeño de la causa eficiente. Pues bien, si consideramos que el hombre es el ingeniero del futuro, entonces analicemos lo que implica esta declaración.
Los Actores Sociales
Si consideramos la teoría prospectiva, el futuro no lo construye el hombre individual, sino el hombre colectivo: los Actores Sociales. Son los grupos humanos asociados en defensa de sus intereses y que utilizan el poder que cada uno puede desempeñar. Las tendencias, tanto sociales como económicas, concurren porque han sido el fruto de estrategias desplegadas por actores sociales, y si no existen quiebres de esas tendencias es porque el poder de los actores sociales no sido adecuadamente fuerte para destruirlas.
Podemos deducir que la construcción del futuro no es un proceso neutro, sino uno direccionado, donde los diferentes actores sociales luchan para imponer su poder para defender sus intereses. Cuando los actores sociales ocupan una situación de privilegio en el proceso prospectivo, ello se debe a que la acción humana se caracteriza porque cada cual busca proteger sus intereses personales. Entonces si aceptamos que el hombre se conduce racionalmente, éste tiene argumentos para actuar de determinado modo y que no se puede dilucidar su actuación como un simple hábito o costumbre, tampoco asumir que procede en contra de sus propios intereses.
Así, la interpretación de Boudon se conoce como “individualismo metodológico”, en cuyo contexto se busca explicar el paso de la acción individual al hecho social, lo que obliga hablar de comportamiento de los actores sociales y no de personas en particular.
Para la segunda escuela de pensamiento, el sistema es mucho más fuerte que el actor. El entorno socioeconómico “es una máquina infernal que aspira y excluye, controla y reproduce” (Godet, 2000). La acción prospectiva busca descubrir las leyes del juego y ponerlas en evidencia.
Recordemos que los conceptos de sincronía y diacronía surgen con Ferdinand de Saussure (Mujica, 2004). La sincronía se refiere a la percepción del fenómeno en un momento del tiempo. La diacronía a la apreciación del mismo durante su evolución.
En oposición a lo antes expuesto, Alain Tourraine (1984) plantea un enfoque más dinámico y diacrónico, en su obra: “El retorno del actor”. Según éste, si bien las leyes pueden condicionar la acción humana, es importante constatar que en este panorama ocurren conflictos y aparecen grupos sociales cuestionadores del status quo. Por ejemplo, en los movimientos obreros, antinucleares, ecologistas, pro liberación de la mujer, etc. Estos “actores sociales”, por su actuar impulsan los cambios y hacen evolucionar la realidad.
La cuarta escuela de pensamiento está representada en la filosofía de Michel Crozier, expuesta en su libro “El actor y el sistema” Crozier (1977), quien cuestiona el concepto sincrónico,estructuralista no genético, que él define como el de la “racionalidad perfecta”, en donde considera que no queda espacio para la libertad y tampoco para el azar.
Evolución de los Enfoques en Prospectiva
Consideramos que prevalecen tres etapas que manifiestan un momento histórico completo, aunque todos cuentan en la actualidad, con representantes.
• El primero es el de la prospectiva predictiva, la que responde de preferencia a los parámetros de cientificidad. Asume que es posible comprender los mecanismos que provocan la ocurrencia de ciertos hechos y evitar la de otros, abriendo así la posibilidad de conocer el futuro.
• Con el paso de los años su determinismo original se ha suavizado con la incorporación de la teoría de sistemas, la termodinámica, la teoría del caos y otros pensamientos, que han permitido tratar la complejidad de forma menos rígida. Sin embargo, priman los pronósticos lineales y una visión continuista del futuro respecto del presente. Es el más utilizado en el mundo profesional pues busca el conocimiento tangible sobre el futuro.
• Los noventa son tiempos de escepticismo y de cierta desesperanza. El posmodernismo ha hallado terreno fértil y ha creado condiciones propicias para que la de construcción del futuro sea una de las actividades intelectuales con más practicantes. Ello se materializa en la corriente de prospectiva crítica, que surge como oposición al intento de colonizar el futuro, de imponer determinada visión de cómo debe ser.
Dr. en Ing. José Sergio Fernández
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